Personal de Construyendo Perú realizó la colocación de la capa de emulsión asfáltica a continuando con la pavimentación de esta calle, sin embargo, un grupo de moradores interrumpieron los trabajos. Increíblemente, en un primer momento, el Tec. Alfredo Marcos, responsable de la obra por parte del Programa "Construyendo Perú" fue el único que se acercó a conversar con los vecinos disconformes con la obra, a pesar que en el lugar se encontraban presentes el Presidente del Comité de Gestión, por la parte civil y por la municipalidad, el señor Julio Chalán, Gerente de Servicios Comunales, el señor Carlos Reyes, de Imagen Institucional y el señor Gino D'Angelo, Regidor de Obras de la comuna casagrandina; pasados los minutos, y al mantenerse la posición de los vecinos de interrumpir los trabajos, el Presidente del Comité de Vigilancia y el Jefe de Serenazgo se apersonaron a conversar con los moradores del sector.
Los pobladores adujeron que estaban en contra de la continuación de los trabajos, principalmente, por la desinformación que ha primado en el Comité de Gestión, al no dar información alguna sobre el manejo del dinero cedido por los vecinos, las presuntas irregularidades en el control de las bolsas de cemento compradas así como su disconformidad con la mezcla que se venía empleando para el asfaltado de la calle. Al finalizar las conversaciones, los vecinos accedieron a que se continúe con los trabajos, con la condición de la realización de las reuniones con el Comité de Vigilancia, a fin de que éste haga su informe y entregue el balance respectivo.
Cabe resaltar que durante las conversaciones entre los vecinos y el Comité de Vigilancia, dos hechos aislados interrumpieron la inestable calma: la intervención por parte de la Policía Nacional a un joven que, según información brindada por la propia policía, estaba comercializando estupefacientes y era requisitoriado, pero fue ayudado por sus vecinos de la calle Huamachuco, calle contigua a la calle donde se viene realizando la obra, para que pueda escapar; y minutos después, la fuga de gas propano, del balón de un morador de la calle Cajabamba, motivó la desesperación de algunos niños y vecinas quienes temieron lo peor.
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